Probablemente es la primera trampa en la que pensamos cuando hablamos de trampas para ratones, esta trampa popularizada por caricaturas fue diseñada en 1894 y siendo utilizada para realizar control de plagas.
Esta trampa suele ser reutilizable, esta consiste en un sencillo mecanismo de arco de muelle que se libera al poner peso sobre ella atrapando e incapacitando a los visitantes indeseados.
Tal como las trampas adhesivas se colocan sobre áreas en donde transita la plaga o bien se usa cebo para atraer al ratón y facilitar que caiga en la trampa.
Más allá de ser una trampa sustancialmente menos violenta con los animales, responde a la necesidad de ser precavido cuando se tiene que realizar control de plagas en entornos como bodegas de alimentos o lugares donde se procesan alimentos por lo que no se pueden dejar ningún tipo de rastro de las plagas por lo que se busca conservar en buenas condiciones a los ratones para evitar contaminar de manera innecesaria los bienes del cliente.